Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
2 Timoteo 2: 3-4

Todos aquellos que hemos recibido al Señor Jesús como nuestro único salvador formamos parte del ejército de Cristo y estamos. Hay tres puntos importantes que debemos saber cuando formamos parte de este ejército:

1. Somos preparados (1 Pedro 1:6-9)

Debemos saber que mientras estamos en medio de esa preparación, estamos siendo procesados. Digo esto porque siempre nos preguntamos por qué Dios permite que me suceda esto, se supone que Él es bueno. 

Esto es porque somos el único que durante su preparación esta siendo atacado. Por lo general, cuando un ejército esta siendo preparado, no se prepara en la guerra, se prepara desde antes, pero nosotros somos preparados en el mismo campo de batalla.

Hay circunstancias que no vamos a entender, pero el propósito de ser procesados es la salvación.

2. Tenemos una misión (Marcos 16:15)

A parte del propósito que Dios ha trazado en nuestras vidas, tenemos una misión. Todos tenemos llamados, dones, ministerios diferente, pero tenemos una misión en común y esta es predicar el evangelio de Cristo. 

Esto que menciono no tiene un orden porque no tienes que esperar a ser procesado para entonces predicar el evangelio, todos podemos hablar de la misericordia y el amor de Dios para con nosotros. Esta misión no puede parar, no tiene fin, esto es hasta que Cristo venga o nosotros no vayamos con Cristo. 

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15

3. Debemos cuidar a los nuestros.

Esto me recuerda a la película “Hasta el último hombre”, que iba a buscar a sus compañeros que estaban heridos, esta debe ser nuestra actitud con nuestros hermanos y no atacarnos unos a otros. Y la mejor forma de cuidarlos es mediante la oración. Debemos permanecer unidos y no divididos (Mateo 12:25-26). 

Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:19

Dios te bendiga.

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