Un alumno se apuntó a una sesión de tutoría con un profesor. Se presentó sin lápiz ni papel, no hizo preguntas y sólo escuchó a medias mientras el profesor repasaba la lección. Cuando el estudiante hizo el examen más tarde ese mismo día, reprobó. Había asistido a la sesión de tutoría. ¿Por qué no aprobó el examen?

Asistir a una sesión de tutoría no es una solución inmediata a los problemas académicos de un estudiante, al igual que decidir seguir a Jesús no es una solución inmediata a nuestras luchas y desafíos cotidianos.

Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo – Juan 16:33

Seguir a Jesús no significa que todo sea perfecto todo el tiempo. Nuestra relación con el Señor requiere trabajo, confianza y fe en que Dios es siempre más grande que nuestras circunstancias.

En Jeremías 11, se nos dice que el pueblo de Anatot conspiró para matar a Jeremías. Jeremías tenía un verdadero problema a pesar de que seguía a Jesús, y nosotros podemos experimentar esa misma situación hoy.

Cuando enfrentamos desafíos, podemos hacer una de dos cosas. Podemos correr y escondernos, o podemos invocar a Dios y enfrentar la situación. Dios no nos promete una existencia sin problemas.

No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará – Deuteronomio 31:8

En cambio, promete ir delante de nosotros y estar con nosotros y no dejarnos ni abandonarnos nunca. No tenemos que tener miedo, desaliento o ansiedad porque podemos confiar en que Dios nos responderá cuando lo llamemos.

¿Cómo respondes cuando la vida no va como pensabas que debía ir?

Author


0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *