Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel. Jueces 5:5

Uno de los Jueces que Dios utilizó para libertar el pueblo de Dios, fue Débora. Su nombre significa Abeja de Miel. Las abejas trabajan en conjunto, son unidas y leales. Débora trabajo en unidad con Barac siendo guiados por Dios para liberar al pueblo.

Esta mujer unió al pueblo de Israel, ayudo a resolver muchos casos y conflictos difíciles, se ganó la confianza y se convirtió en una líder. Fue una profetiza porque tenía la capacidad de escuchar los mensajes de Dios para su pueblo.

Débora nos enseña:

  1. Que nuestra condición humana no debe ser obstáculo para ejercer la voluntad de Dios.

Me llama mucha la atención que siendo ella mujer, esa condición no fue obstáculo para cumplir el propósito de Dios. Esto porque era muy poco común que las mujeres ejercieran liderazgo.

No importa si eres bajito, flaco, gordo, tímido, tartamudo como Moisés que eso no te detenga para cumplir la voluntad de Dios. Dios puede hacer grandes cosas porque Él no hace acepción de personas, por eso tu condición humana no es obstáculo para que se cumpla la voluntad de Dios en ti.

  • El lugar donde estás no es obstáculo para Dios.

Débora se levantó en medio de un pueblo donde abundaba el pecado de la idolatría, desobediencia. Por causa de su pecado fueron oprimidos. Quizás estés en un hogar donde tu familia no es cristiana, donde tu círculo de amigos son personas que de Dios no tienen nada, pero que eso tampoco sea impedimento para hacer la voluntad de Dios.

Tu eres llamado a ser líder de cambio en donde sea que estés. El ambiente que te rodea no te determina. El liderazgo que tienes será utilizado para libertar de la opresión a las personas que te rodean.

  • Avanza cuando Dios te da la orden

Dios le dijo a Débora lo que tenía que hacer y ella lo hizo, así como Dios se lo ordenó y en el preciso momento. La obediencia trae la victoria a nuestras vidas, si somos obedientes, El Señor cumplirá su propósito.

  • Con la victoria dada nunca olvidar quien nos la da.

Debemos alabarle a Dios, no olvidarnos que Él es quien da la victoria. Cuando Dios te de la victoria no olvides de donde te saco, canta y alaba.

Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes; Yo cantaré a Jehová, Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel. Jueces 5: 3.

Si quieres saber más de la historia de Débora puedes leer Jueces 4 -5. Dios te bendiga.

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Categories: Devocional

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