Te invito a leer Salmos 4 & 5.
La Biblia incluye más de 200 oraciones de muchas personas sobre muchas cosas. Pero a David se le atribuyen más oraciones que a cualquier otra persona en la Biblia. Fue el pastorcillo que mató a Goliat. También fue un rey, elegido por Dios. Las oraciones de David son conversaciones sinceras con Dios.
El rey David fue llamado un hombre según el corazón de Dios (Hechos 13:22).
Las oraciones de David son honestas pero humildes, profundamente emocionales y aún racionales. Le pide a Dios que no se mueva lo suficientemente rápido y, al mismo tiempo, se recuerda a sí mismo el carácter de Dios (Salmo 4:2-3). Y por lo que podemos ver, David no tenía un horario de oración.
- Oraba por la mañana
Señor, escucha mi voz por la mañana; cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera. – Salmo 5:3 - Por la tarde
En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, oh Señor, me mantendrás a salvo. -Salmo 4:8 - Siempre que estaba enfadado, alegre o su corazón necesitaba consuelo.
Oh Señor, óyeme cuando oro; presta atención a mi gemido. Escucha mi grito de auxilio, mi Rey y mi Dios, porque solo a ti dirijo mi oración. -Salmo 5:1-2
La oración no se rige por el reloj, sino por nuestro deseo de conectar con Dios.
Podemos tener una vida de oración como la de David. Cada mañana, podemos alabar a Dios por las bendiciones que nos ha dado, incluyendo un nuevo día. Mientras escuchamos en silencio, invitamos a Dios a hacer de nuestro tiempo de oración una conversación. Y esa conversación continúa mientras presentamos cada petición para cada momento a lo largo del día.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
– Filipenses 4:6
Por la noche, podemos agradecer a Dios por estar presente en cada circunstancia y por permitirnos hablar directamente con Él. Cuando empezamos y terminamos el día conversando con Dios, \” Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. \” (Filipenses 4:7). Podremos dormir tranquilos, sabiendo que Él proveerá lo que necesitemos para el día que tenemos por delante.
Basándote en lo que has leído hoy, ¿qué paso puedes dar hoy para que tu vida de oración sea más una conversación con Dios?
Bendiciones.
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