Lucas 11:34
La lámpara del cuerpo es el ojo: cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz, pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo estará en tinieblas.

Cuán importante destacar, lo esencial que es el ojo para todo ser humano, ya que conforme a lo que ve, puede actuar.

Este versículo de la Biblia, enfoca lo importante que es la mirada.

Debemos procurar ver de forma correcta a la vida, y aprender de cada situación, ya que, si no aprendemos, eso llega a una complicación, donde se ve de forma contraria y se distorsiona el verdadero enfoque de lo que es cuidar lo que se ve.

Cada día que pasa es una nueva oportunidad para agradecerle al Señor por la misericordia de no estar consumidos y que nos permita siempre ver sus propósitos en nuestras vidas.

Cuidar lo que vemos implica, mantener la mira en el ejemplo de Cristo, aunque se dificulte, pero es mejor ser luz dentro y fuera.

Pues de tanto que miramos o convivimos con algo, puede llegar a resplandecer la luz y que lleguen al arrepentimiento.

Pero si nos desanimamos entonces estamos dando lugar a todo lo malo.

Por eso claramente el Señor nos dice que mantengamos la mira en él, porque independientemente de lo que el haya pasado, decidió seguir adelante y cuidando todo lo que veía, no viendo las cosas terrenales, si no las eternas que se llevarían a cabo con el cumplimiento del propósito divino en nuestra vida.

Así que si cuidemos lo que vemos no prestando atención a lo que es pasajero, llegaremos a resplandecer tanto, que donde haya tinieblas, impactará la luz y se convertirá en luz con nuestro testimonio

Cuidemos nuestros ojos, porque de esto también depende tener el favor de Dios en la vida.

Dios te bendiga

Cristo te ama.

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