¿A quién le gusta que lo corrijan? cuantos se ponen felices cuando les dicen:
-esto lo estás haciendo mal
-creo que debes pensar bien tu decisión
Recuerdo en varias ocasiones donde mi papa me decía, quiero hablar contigo y yo mientras el hablaba no le prestaba atención, mi cuerpo estaba presente pero mi mente no, por la sencilla razón de que no quería aceptar su corrección.
Te cuento mi experiencia porque en el libro de Sofonías nos habla a cerca de como Dios estaba corrigiendo al pueblo ya que se habían apartado de él y vivían en pecados de rebeldía.
Lo mas terrible que le puede pasar a un ser humano es rebelarse contra Dios. Como sé que estoy en rebeldía, pues a menudo suena con estas frases:
¡Nadie me manda!
¡Yo solo obedezco a Dios!
¡Tú no, sabes quién soy yo!
¡No necesito que nadie me corrija, soy adulto!
!!Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora!
No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.
– Sofoníaas 3:1-2
Me enamora ver que el mismo Dios que nos corrige está dispuesto a quitar la vergüenza que nos ocasiona el pecado que nos alejó de él.
Cuando aceptamos la corrección de Dios su verdad nos alumbra y nos muestra lo mal que estábamos, lo perdido y sucios. Pero él con su gran amor nos habla una y otra vez para limpiarnos.
En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. – Sofonías 3:11
Este es el tiempo de dejarnos corregir por Dios, aceptar que estamos haciendo muchas cosas sin su dirección y dejarnos guiar por su perfecta voluntad.
He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra.
– Sofonias 3:19
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