Les invito a leer Hechos 17:16-34
La palabra “evangelización” puede resultar intimidante. Nos imaginamos tocando puertas o predicando en una tribuna en la esquina.
Pero, ¿y si el evangelismo pudiera ser tan simple como compartir quién es Dios y lo que ha hecho por usted? No en una caja de jabón, sino alrededor de la mesa del comedor o con una taza de café en el porche delantero.
La raíz del “evangelismo” son las buenas noticias, y la forma en que Jesús nos salva y nos transforma es la mejor noticia.
Las oportunidades para compartir nuestras historias están a nuestro alrededor.
En Hechos 17: 16-34, tenemos una imagen de cómo se ve esto. Pablo notó que la ciudad de Atenas estaba llena de ídolos, incluido uno de un \”dios desconocido\”.
Pablo no les gritó que se arrepintieran antes de que todos se fueran al infierno. Razonó con ellos, comenzando por lo que tienen en común y compartiendo cómo su Dios es diferente.
Pablo no usó palabras elegantes ni teología complicada. Se encontró con la gente donde estaban y les habló de Dios de una manera que pudieran entender. Como resultado, muchos querían escuchar más.
Cuando oyeron a Pablo hablar acerca de la resurrección de los muertos, algunos se rieron con desprecio, pero otros dijeron: «Queremos oír más sobre este tema más tarde».
– Hechos 17:32
El objetivo de compartir nuestras historias es iniciar una conversación, no ganar una discusión.
Pablo no ridiculizó a la gente de Atenas por su ídolo. Los trató con respeto al compartir su fe.
1 Pedro 3:15 nos dice que hagamos lo mismo: “Honren a Cristo como Señor, y estén siempre dispuestos a explicarle a la gente por qué ustedes confían en Cristo y en sus promesas.\”
El evangelismo no tiene por qué intimidarnos. Todos tenemos una historia de cómo Jesús cambió nuestras vidas. Solo tenemos que ser lo suficientemente valientes para compartir esa historia con las personas que Dios pone en nuestro camino.
Te invito a reflexionar en lo siguiente:
- ¿Qué tan cómodo te sientes compartiendo lo que Jesús hizo por ti? ¿Porqué es eso?
- ¿Qué aprendiste al ver cómo Pablo compartió el Evangelio con la gente de Atenas?
Te invito a dejar un comentario y compartir con tus amigos.
Bendiciones.
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