Piensa en alguno de los momentos más estresantes o angustiosos de tu vida. ¿Cómo reaccionaste? Si eres como la mayoría de la gente, alabar a Dios probablemente no era lo primero que tenías en mente. Pero David tenía una idea diferente: en medio de sus problemas, su atención se centró en el Todopoderoso.

En 1 Samuel 21, David estaba huyendo sin comida, armas o cualquier tipo de provisión. Más tarde, al huir del rey Saúl, su decisión de desertar a Aquis, rey de Gat, levanta las sospechas y los temores de David. David se dedicó a tallar las paredes y a babear para convencer al rey de que estaba loco. Sin embargo, Dios proveyó cada paso del camino, desde darle a David y a sus hombres el pan consagrado hasta perdonarle la vida al sospechoso rey.

Centrarnos en Dios y en sus promesas nos ayudará a tener gozo en medio de situaciones angustiosas.

A partir de esta adversidad, David escribió el Salmos 34, una hermosa canción de alabanza que glorificaba a Dios y se centraba en las promesas de Dios, en medio de los problemas de David. El verso inicial lo dice todo: \”Alabaré al Señor en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas.\” (Salmos 34:1).

Todos nos enfrentamos a los problemas tarde o temprano, pero si eres un seguidor de Jesús puedes saber que Dios te llevará a través de ellos. En el Salmos 34:8, David declara: \”Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!\”.

La preocupación, la duda y el miedo pueden multiplicar exponencialmente nuestros problemas. Sin embargo, cuando alabamos a Dios en los momentos difíciles, nos centramos en Aquel que puede resolver nuestros problemas de la mejor manera, en su tiempo.

David no era diferente de cualquier seguidor de Jesús hoy en día; de hecho, tenemos al Espíritu Santo viviendo en nosotros para ayudarnos. Y, al centrarnos en Dios y en sus promesas -como hizo David- nos ayudará a tener gozo en medio de las situaciones de angustia.

Piensa en alguna ocasión en la que Dios te haya ayudado a superar las dificultades. ¿Cómo mostró Dios su provisión y cuidado en esas situaciones?

¿Tienes una relación con Jesús, que promete ayudarte en las dificultades? Si no es así, puedes empezar una hoy mismo.

¿TE GUSTARÍA HACERLO?

Si tu respuesta es ≪sí≫, entonces puedes hacer una sencilla oración, como la siguiente:

«Jesús, me arrepiento de mis pecados y quiero que vengas a mi vida. Quiero que me hagas una nueva persona y me ayudes a enfrentar las situaciones que vendrán. En el nombre de Jesús, amén.»

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