Y él le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado.
Ve en paz. Se acabó tu sufrimiento».
-Marcos 5:25-34

Ruthless Trust [Confianza implacable], la obra maestra de escultura del artista Doug Merkey, presenta una figura humana de bronce aferrada desesperadamente a una cruz de madera.

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Merkey escribe: «Es una expresión muy simple de nuestra postura constante y apropiada en la vida: una intimidad total e irrestricta con Cristo y el evangelio, y una dependencia de ambos».

Esta es la clase de confianza que vemos en las acciones y las palabras de la mujer anónima de Marcos 5:25-34.

Durante doce años caóticos, «había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor» (vv. 25-26). Pero al oír sobre Jesús, se le acercó, tocó su manto y quedó «sana de aquel sufrimiento» (vv. 27-29).

¿Has llegado al punto de ya no dar más?
¿Has agotado todos tus recursos?
Las personas ansiosas, desesperanzadas, perdidas y angustiadas NO tienen que desesperarse.

El Señor Jesús sigue respondiendo ante la fe apremiante; fe como la de aquella mujer sufriente y como la de la escultura de Merkey.

Esa fe que describe Charles Wesley en uno de sus himnos:
«Padre, a ti extiendo mis manos; no conozco otra ayuda».

¿Tienes esta clase de fe?
Pídele a Dios, el Autor de la fe, que te ayude a confiar en Él.

https://www.youtube.com/watch?v=GO0lPXq3oJ0

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Categories: Devocional

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