Le invito a leer Nehemías 8: 1-18
El libro de Nehemías tiene lugar después de que Babilonia derrotó a Israel, destruyó la ciudad de Jerusalén y exilió al pueblo de Dios a Babilonia…
Pasa el tiempo, un nuevo rey llega al poder y Nehemías dirige la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Pero cuando llega Nehemías, encuentra más que muros rotos. Encuentra un pueblo roto. Entonces, después de reconstruir los muros de Jerusalén, Nehemías reúne a todos para escuchar al sacerdote leer la Ley de Dios, los primeros cinco libros de la Biblia.
Imagínese la sorpresa y la contrición de la gente al darse cuenta de que no habían estado guardando los mandamientos de Dios. Decididos a volver a encarrilarse, comienzan reinstaurando la Fiesta de las Cabañas, un recordatorio de que cuando sus antepasados estaban en el desierto, Dios les proporcionó cabañas para vivir (Levítico 23).
La obediencia del pueblo llevó a un \”gran regocijo\” (Nehemías 8:17). Mucho ha cambiado desde los días de Nehemías, pero una cosa sigue igual entre el pueblo de Dios. Aún experimentamos el mayor gozo cuando exhibimos la mayor obediencia.
Todos hemos escuchado una predica o leído un versículo y pensamos: \”Sí, necesito hacer eso\”. Luego, dejamos la iglesia o cerramos la Biblia y nos olvidamos por completo. La información por sí sola no nos cambiará. Pero la aplicación constante de lo que estamos aprendiendo nos transformará.
El cambio de vida ocurre cuando escuchamos a Jesús y hacemos lo que Él dice. Cuando Jesús revele su próximo paso, no se demore. Regístrese para ese viaje misionero. Di que lo sientes. Invite a un amigo a la iglesia. No te arrepentirás, no importa lo difícil que sea.
Te invito a reflexionar en esto:
- ¿Qué es la cosa más loca que Dios te ha pedido que hagas? ¿Qué aprendiste acerca de Él a través de tu obediencia?
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