El amor es un tema en la actualidad que se ha distorsionado grandemente ya que muchos miran el amor desde una perspectiva equivocada bajo la lupa de sus propios intereses olvidando realmente el fundador del amor y la guía que nos dice como debemos amar.

El engaño se ha apoderado de las calles y gente con falsedad dice amar pero no es así solo son apariencias para lograr algo y una vez que lo obtienen lastiman, abandonan, hieren a otros sin importarles absolutamente nada.

Es lamentable que dentro del cuerpo de Jesucristo también ocurran estas cosas y que muchas veces decimos amar a Dios pero en nuestras casas no se manifiesta ese amor, con nuestros hermanos, familias, amigos, compañeros de trabajo.

Todo el que ama a Dios, ama a la gente, pero no todo el que ama a la gente ama a Dios, porque la única manera de amar verdaderamente es a través del amor de Dios que es puro.

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
1 Juan 4:20

En este pasaje se nos habla de que el amor se refleja con nuestros semejante, las personas que podemos ver diariamente y si no los amo a ellos que puede ver, cómo amar a Dios que no lo hemos visto aún.

Cuando tenemos comunión con Dios, ya no pensamos en nosotros mismos, sino en ayudar a otros a conocer ese amor que transforma vidas, que nos sustenta para otros experimenten el bien de Dios en sus corazones.

Recuerdo que una joven se me acercó y me dijo que le encantaba mi vestido, es muy bonito y yo le dije Gracias, en ese momento el Espíritu Santo me dijo que le regalara el vestido y yo le dije, es que ese vestido es de mis favoritos y él seguía diciendo regalaselo. Al pasar los días fui y se lo regalé, ella quedó feliz y sorprendida de que le regalara ese vestido, pero yo sabía que realmente Dios me estaba probando mi corazón.

Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
1 Corintios 10:24

Hoy si te encuentras a alguien, procura hacerle algún bien, dejemos de pensar en nosotros mismos.

como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
1 Corintios 10:33

Cuando nos enfocamos en bendecir a otros, estamos llevando salvación a la vida de esas personas y de mostrándoles el amor de Dios con nuestras acciones.

Si alguien no hace nada para ti, empieza a sembrar tú cosas buenas en los demás, Dios es fiel y cumple sus promesas.

Que tengas un hermoso día, llevando acciones de bien a los demás.

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