La amistad es un regalo de Dios en el que las personas estrechan lazos fraternales que les permiten construir una hermandad y experimentar momentos increíbles a lo largo de la vida. Estos momentos se convierten en recuerdos tanto valiosos como maravillosos.

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Salmos 133:1

La base de la amistad entre los hijos de Dios debe ser el amor por Dios.

Y el segundo mandamiento es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39

La amistad es una de las cosas, que Dios también nos concede para hablarnos de su amor por nosotros.

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Juan 15:13

Una muestra de esto es la amistad que existió entre el David y Jonatán. Jonatán era hijo del rey Saúl, quien buscaba a David para matarle.

Él le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así. 1 Samuel 20:2

Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti. 1 Samuel 20:4

Y Jonatán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo supiere que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo? 1 Samuel 20:9

Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo. 1 Samuel 20:17

Estas fueron algunas de las palabras dichas a David por parte de Jonatán. Lo que quizás ellos no sabían en ese momento, era que Dios mismo estaba utilizando su amistad para ser parte del cumplimiento de un plan divino: El Nacimiento del Salvador del Mundo.

¿Nos hemos detenido a pensar eso?

Pues Jonatán estaría ayudando a preservar la vida de aquel a quien Dios mismo prometió que no faltaría varón que se sentase sobre su trono. Haciendo referencia más que a Salomón a Jesucristo mismo.

¡Y así lo cumplió!

Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Mateo 1:1

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

La Palabra de Dios enseña, que como hijos de Dios, experimentaremos una amistad linda con personas que tienen nuestro mismo objetivo: amar a Dios, cumplir su plan y echar mano de la vida eterna.

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Mateo 12:30

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Mateo 16:15

Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 1 Timoteo 6:12

¿Qué hay de la amistad con los aún no creyentes?

Tengamos presente, que los límites que Dios nos pone son para protegernos. Si nuestra debilidad son las cosas del mundo, necesitamos ser cuidadosos en este aspecto. Mejor nos es esperar hasta alcanzar una madurez espiritual adecuada para convivir con personas aún no creyentes que practican las cosas del mundo. Pues el ideal de Dios es que nuestra vida les hable, les predique a Cristo para que puedan recibir Salvación.

¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? Proverbios 6:27

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Proverbios 3:5

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12

Existe un poder en la convivencia, en la influencia. Dios lo sabe muy bien. Como prueba, tenemos el discipulado que recibieron aquellos varones que el Señor Jesús escogió para caminar con Él formándolos, transformándolos y enviándolos a la Gran Comisión.

Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo. Proverbios 27:17

El mundo no fue influencia para Jesús. Más bien, Jesús fue influencia para el mundo. Esto hizo dejándonos ejemplo.

Examinadlo todo; retened lo bueno. 1 Tesalonicenses 5:21

Dios mismo permitió que en su Palabra quedara plasmada la historia de redención de la moabita Rut, quien después de que enviudó se negó a volver atrás a su pueblo y a sus antiguos dioses; prefiriendo seguir al Dios de Israel que por medio de su suegra Noemí había conocido.

Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Rut 1:16

También, el Apóstol Pablo dijo:

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1 Corintios 11:1

La mayor influencia que necesitamos sobre nuestra vida, como hijos de Dios, debe ser la de Cristo. Porque hemos sido llamados a ser como Él.

Por consiguiente, ¿Cómo debe ser nuestra postura ante el mundo?

Recordemos que nuestra visión como iglesia es rescatar almas. Para esto, se espera de nosotros que estemos bien convertidos, bien definidos respecto a quién servimos, quiénes somos y hacia dónde vamos. Como consecuencia de esto, seremos instrumentos en las manos de Dios.

Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación… 1 Pedro 1:17

Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Jeremías 15:19

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16

Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor… Filipenses 2:12

¿Qué espera Dios de nosotros en nuestro rol de amigos con otros creyentes?

En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:17

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano. Proverbios 18:24

El que cubre la falta busca amistad; más el que la divulga, aparta al amigo. Proverbios 17:9

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 1 Juan 4:7

Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastés 4:10

Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. Eclesiastés 4:12

Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Eclesiastés 4:9

No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Proverbios 27:10

Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí. Romanos 1:11-12

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39

Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; más los rebeldes habitan en tierra seca. Salmos 68:6

Nuestro deseo de una amistad profunda y recíproca, no es señal de codependencia o de inseguridad. Por el contrario, tal anhelo surge del corazón de nuestro Creador. Dios nos creó para que demos nuestro corazón, fuerzas, alegría y confianza a los demás; y para recibir lo mismo a cambio. No fuimos creados para vivir en aislamiento; nos necesitamos unos a otros.

¿Aún no hemos hecho amistades en la iglesia? ¡Dios nos invita a dar el primer paso!

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano. Proverbios 18:24

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12

¿Jesús nos ha llamado amigos?

Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. Juan 15:15

¡Jesús, el mejor amigo!
Tenemos un amigo valioso por encima de todos lo que ya tenemos. Este también merece nuestro amor y atención. Cultivar nuestra relación con Él, también, es importante. Él derribó todas las barreras que nos separaban solo por amor!
¡Busquémosle!

Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Efesios 2:14-16

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