Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha.
SALMO 126: 5-6

El gozo del Señor que esta disponible para nosotros en el Espíritu Santo trasciende todas las circunstancias, relaciones y posesiones. Es un gozo interno alimentado en nuestros corazones por la fuente de gozo que el Padre tiene para con nosotros. Dios anhela hacer de nosotros un pueblo marcado por su alegría. Él anhela llenarnos con el conocimiento de lo emocionado que está de ser nuestro Padre. Él anhela hacer de nosotros un pueblo alegre en cada circunstancia y temporada.

1 Pedro 1: 6-9 dice:
Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. La recompensa por confiar en él será la salvación de sus almas.

Podemos tener gozo en medio de la prueba y la tribulación porque tenemos una fe genuina de que esta vida no es todo lo que hay. Nuestra esperanza va más allá de los confines de esta fugaz era de pecado y separación de Dios y mira hacia el día en que viviremos en perfecta relación cara a cara con nuestro Creador. Cada prueba y tribulación es una oportunidad para aferrarnos a la verdad de que este mundo no es nuestro hogar y estar llenos de gozo al pensar en lo que nos espera al otro lado de esta vida.

Santiago 1: 2-4 dice: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.\”.

Si bien Dios puede no causar las diversas pruebas que enfrentamos, ciertamente las usa para hacer que nuestro gozo encuentre su fuente solo en él. Nuestro Padre celestial sabe que si colocamos nuestro gozo en las circunstancias fugaces y cambiantes  de esta vida, nuestra vida será una montaña rusa emocional en lugar de un reflejo de cuán bueno es Él.

Qué pasaría si dejaras de preguntar: \”Dios, ¿por qué estoy pasando por esto?\” y empezaras a preguntar: \”Dios, ¿para qué me estás preparando?\”.
– Steven Furtick

Tu Padre celestial tiene un corazón compasivo hacia los problemas que enfrentas. Él nunca desea que actúes o trates de acumular fe en que todo estará bien. Él anhela conocerte en el centro mismo de tu prueba y llenarte de abundante gozo que está arraigado solo en su amor. Él anhela guiarnos a través de las temporadas difíciles de la vida que intentan robarnos la porción de gozo que nos ha sido asignada. Él anhela hacer que nuestra fe sea firme y segura para que podamos enfrentar las tribulaciones de este mundo de frente con gozo.

Corre hacia tu Padre hoy con cada carga y problema. Pídale que te guíe a las aguas tranquilas para que tu alma pueda ser restaurada. Y recibe toda la alegría que él anhela darte hoy al encontrarte con su profundo y poderoso amor por ti.

Mi gozo no está determinado por lo que me sucede, sino por lo que Cristo está haciendo en mí y a través de mí.
– Steven Furtick

 

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