Todos tenemos una debilidad que enfrentamos cada día, para algunos pueden ser las mujeres, las drogas, alcohol, pornografia, casinos, compras impulsivas, chismes continuos, relación tóxica, gritarle a tus padres, y muchas cosas más.

Aquí lo importante es que sepamos cuál es nuestra debilidad porque sino sabemos cuál es, a qué vamos a enfrentar, cómo sabemos que es lo que tenemos que arreglar en nuestras vidas?

Si ya sabes cuál es tu debilidad entonces debemos pedirle ayuda al Espíritu Santo que nos guía, nos enseña y nos muestra la verdad de Jesucristo y si aún no la sabes que te muestre cuál es tú debilidad, porque quizás tengamos y no sabemos que están afectando nuestra vida más de lo que nos imaginamos.

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Romanos 8:26-27

En este pasaje se nos dice que el Espíritu Santo nos ayuda, estas dispuesto ha aceptar su ayuda? Realmente quieres salir de esta condición y ser libre?

Si tu respuesta es si, entonces acabas de firmar un contrato con el Espíritu Santo para que empiece a trabajar en tu vida, quiero que sepas que muchas veces el proceso es doloroso porque te mostrará cosas en tu corazón que no sabias, pero es importante que sepas que todo esto es para sacar lo que te impide crecer en tu comunión con Dios y crezcas en su Reino como lo que eres, un HIJO DE DIOS.

El objetivo principal de Dios es que cada día reflejes a Jesucristo y vivas en plenitud bajo sus bendiciones.

Que tengas un excelente día con la ayuda del Espíritu Santo.

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