Cuantas veces han ocurrido situaciones donde pensamos, Dios me está castigando, él no me oye porque no veo respuesta a mis problemas.
Nadie me quiere, yo siempre estoy para todo el mundo y cuando yo los necesito no están para mí.
Estos pensamientos nos hacen esclavo de mentiras, introduciéndonos en la cueva de la incredulidad y alejándonos de ver el cumplimiento de las promesas de Dios para nosotros y para nuestra familia.
Si el enemigo mantiene tu mente atada a estos pensamientos que encadenan tu fe, no podrás ver el propósito de Dios. La perseverancia, la paciencia le pertenecen a aquellos que no pierden la esperanza hasta ver su promesa.
Este pasaje bíblico, es uno de los más conocidos, pero la pregunta es, ¿realmente creo lo que dice?
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
– Jeremías 29: 11-13
Quiero desatar algunos pensamientos encadenados en tu mente en este día. No importa cuántas cosas difíciles has tenido que afrontar, Hoy, decide confesar lo que Dios dice, porque tú situación actual no define tu destino, toma la actitud correcta como hijo de Dios, mira hacia El señor Dios todopoderoso, quién te creó para ser de bendición en esta tierra y mostrarte que su amor en ti es tan grande que no hay pecado que lo pueda eliminar.
Vamos a ubicar nuestros pensamientos, a los pensamientos de Dios, seamos obedientes.
Declaraciones de Fe
1-Dios quiere darme Paz.
2-Dios no quiere verme mal.
3-Dios tiene un propósito conmigo.
4-Yo debo buscar la presencia de Dios, porque él me ama y yo lo amo.
5-yo debo entregarle a Dios todo mi corazón, no a medias, todo.
6-Dios oye mis oraciones, voy a esperar en su tiempo la respuesta.
7-Dios contestará mis oraciones, estaré en la actitud correcta para aceptar lo que él diga.
No vivas esclavo de tus pensamientos, vive en libertad, porque Dios quiere darte un bienestar no solamente de cosas materiales, quiere el bien de tu cuerpo, alma y mente.
Que Dios te bendiga y no olvides que sus pensamientos son de Bien para ti.
