Si un padre deja una herencia a sus hijos, el día que el padre fallezca se le puede entregar la herencia sólo a aquellos que son hijos legalmente y están anotados en su Testamento.
El día que tú y yo aceptamos a Cristo en nuestro corazón y recibimos al Espíritu Santo en nuestras vidas, nos convertimos en hijos de Dios.
Ser hijos de Dios nos da la oportunidad de aceptar personalmente todas las promesas que están en la palabra de Dios.
Todo aquel que es hijo de Dios tiene responsabilidades con su padre y en la palabra de Dios se nos muestra cual es para nuestro beneficio.
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.
Proverbios 3:1-2 LBLA¿Cuántas palabras de Dios hemos recibido en la iglesia? ¿Cuántas promesas nos ha dado Dios hasta el día de hoy ? ¿Porqué se nos pide no olvidarlas?
El padre nos exhorta a no olvidar las cosas que se nos enseña.
A veces nos ocupamos en otras cosas y estamos llenos de actividades que se nos empieza a olvidar lo que Dios nos ha dicho.
Recordar las enseñanzas y promesas de Dios diariamente nos anima y nos fortalecen en momentos difíciles.
El padre nos aconseja guardar los mandamiento y aunque parezca un tema que ya todos sabemos es necesario recordarlo cada día
Vamos a mencionar algunos de ellos:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Éxodo 20:12-17 RVR1960
El enemigo nos quiere entretenidos para no acercarnos a la palabra de Dios y para que los hijos de Dios no experimenten la paz de Dios.
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.
Proverbios 3:1-2 LBLA
Obedecer y amar la palabra de Dios nos dará larga vida y obtendremos la paz que sólo Dios nos puede dar.
Si hay ausencia de paz en nuestra vida, es porque también hay ausencia de la palabra de Dios en nuestro corazón.
Debemos volver a recordar las promesas de Dios, cada mañana y cada noche.
¿Qué promesa quieres recordar hoy?
Busca a alguien y compartele esa promesa que Dios te dio.
Escribela y ponla en un lugar donde puedas declararla cada mañana.
Comparte este mensaje con otras personas y hagamos que cada día otros conozcan a Jesús.
Dios te bendiga.
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