No puedes alejar el amor de Dios

Pablo regresa a Jerusalén mientras anima y se despide de las personas que le apoyaron en su viaje.

Seguir a Jesús llevó a Pablo a toda una aventura. Pablo luchó contra las lágrimas, la oposición abrumadora, la soledad y el cansancio, pero nunca renunció a su vocación.

En el camino, Pablo encontró amigos que se convirtieron en su familia. Fue testigo de un milagro tras otro, como el de resucitar a un niño.

Como Pablo hablaba y hablaba, a un joven llamado Eutico, que estaba sentado en el borde de la ventana, le dio mucho sueño. Finalmente se quedó profundamente dormido y se cayó desde el tercer piso y murió. Pablo bajó, se inclinó sobre él y lo tomó en sus brazos. «No se preocupen—les dijo—, ¡está vivo!». – Hechos 20:9-10

Abandonar Éfeso fue una experiencia desgarradora, pero guiada por el Espíritu. Pablo había sido tan transformado por el amor de Jesús que estaba dispuesto a seguirlo sin importar el costo.

Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios. – Hechos 20:24

La buena noticia radical que Pablo predicó es el mismo Evangelio que nosotros hemos recibido: Cuando todavía éramos pecadores, Jesús murió para salvarnos. No hicimos nada para ganarnos el amor de Jesús, y nada de lo que hagamos podrá separarnos de su amor (Romanos 8:38-39).

El Espíritu Santo nos guía a cada uno de nosotros hacia las ciudades, los trabajos y las relaciones, tal como lo hizo con Pablo. Las escuelas a las que asistimos, los trabajos que tenemos, los hijos que criamos… nada de esto sucede por accidente. Dios pone a nuestro alrededor a personas que necesitan escuchar las buenas noticias. El milagro que necesitan tus compañeros de trabajo o de clase podría empezar por ti.

Al igual que Pablo, tendremos días en los que querremos rendirnos y momentos en los que la guía del Espíritu Santo nos llevará a las lágrimas. Pero Dios promete estar con nosotros a través de todo ello, al igual que estuvo con Pablo.