Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
– Mateo 5:1-

En este pasaje Jesús observa a la multitud que le seguía, algunos por milagros, otros porque tenían alguna necesidad, pero luego de suplir sus necesidades se fue y sube al monte donde él iba a orar constantemente porque así era su vida.

Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
– Mateo 4:24

Observa que Jesús se retira de la multitud y solamente lo siguieron al monte sus discípulos, ¿me pregunto porque la multitud no subió con él?

Muchas veces buscamos a Cristo por sus beneficios, sus recursos, bendiciones y cuando ya obtuve lo que quería, vuelvo a mi vida cotidiana sin seguirlo convirtiendo me en una persona ingrata, que solo buscaba satisfacerse en su momento y olvida que lo más importante es la presencia de Dios.

Interesante que los que si se quedaron con él y tomaron la \”DECISIÓN\” de subir al monte y abandonar todo lo que estaba abajo para estar con él, fueron los discípulos.

Un discípulo es aquel que sigue a su maestro, que está dedicado a caminar y aprender sus enseñanzas y ser como él.

La multitud solo quiere los beneficios, los discípulos quieren el maestro.

Cuando entendemos que, si lo tenemos a él, todo lo demás vendrá como consecuencia de estar en su presencia dejaremos de ser como la multitud.

No vivas buscando sus provisiones a tu vida, conviértete en su seguidor, en su discípulo porque su palabra será tu sustento, tu refugio, tu consuelo y él es lo más importante en la vida.

Me encanta que les enseña a los discípulos cosas que a la multitud no se les reveló y les dijo:

Bienaventurados los pobres en espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
– Mateo 5:3

No importa cuántos años tengas de conocer a Jesucristo, vive siempre con un corazón pobre, significa que cada día reconozca que necesitas a Dios en su interior, no pienses que ya te sabes todo de él, porque él es grande, es infinito y debemos anhelarlo como el agua, él es vital para nuestro corazón.

Vive como escogido, no como parte de la multitud, sal de lo cotidiano y sube al monte a oír lo que a otros no se les revela, porque solo quieren suplir sus necesidades, pero nosotros sus discípulos nos apartamos de la multitud, dejamos cosas atrás, para dedicarnos a oír lo que el maestro tiene que decirnos, porque él es la vida.

Que tengas un gran día, aprovecha el tiempo y sube al monte.

https://youtu.be/oDOKgP8ZZnM

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