Recuerdo un día en que mi carro se daño y tuve que llevarlo a un mecánico.
En un momento me puse a observar como él mecánico examinaba el carro y podía ver cosas que yo no sabia, descubrió el problema, me lo dijo y empezó a repararlo cuando le dije que podía seguir con el arreglo.

Esta experiencia me hizo pensar que así mismo somos nosotros con Dios, hay momentos en nuestra vida en que las cosas están mal, quizás dentro de nosotros y tratamos de arreglarnos, pero así no funciona, debemos ir a nuestro mecánico, quien conoce aún los daños más profundos de nuestro corazón.

Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
Salmos 26:2

La palabra escudriñar significa averiguár, prestar atención las cosas más profundas en el interior, lo que no se manifiesta aveces en lo público.

Quiero que Dios nos muestre que hay en nuestro interior para que lo repare a través de su santo Espíritu, porque si hay cosas que arreglar en el interior será muy visible en el exterior.

Mi pregunta es, quieres que Dios te examine?

Estas dispuesto a que él, quite, añade, limpie, todo lo que no está haciendo que tu vida funcione? Porque Dios es muy caballeroso, tanto que le dio al ser humano la libertad de DECIDIR, y si le pedimos que nos escudriña él lo hará, pero sino queremos no podrá hacer nada por nosotros y seguiremos averiado como un carro, toda la vida.

Dejemos que el mecánico nos examine, es lo mejor para nosotros si queremos que sus promesas se cumplan y podamos experimentar cada día su amor, su misericordia y su paz.

Que tengas un excelente día, Dios te bendiga.

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