Hay momentos en que nos sentimos solos, es normal que a veces nos pase. Pero cuando decides mantenerte en esa soledad sin propósito, es un peligro porque el enemigo te puede poner pensamientos como: Nadie me quiere, soy un inútil, me dejaron solo, nunca voy a alcanzar mis sueños por lo que me hicieron, etcétera.
La soledad es el momento preciso para encontrarte contigo mismo en la presencia
de Dios y darte cuenta que ÉL está
más cerca de tu corazón, que lo necesitamos como el agua, es vital en nuestras
vidas.
Lee este pasaje:
Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.
– Salmos 27:10-11
Los padres son pilares en la vida de los hijos y si en algún momento nos abandonan, Dios estará allí para levantarnos y seguir adelante.
No importa quien se haya ido, mira quién se quedó, Dios.
ÉL jamás te dejará, porque Te ama y su amor es incondicional para ti, aunque le hayas fallado sus brazos te esperan para consolarte, para traer Paz y fortaleza a tu corazón.
Vamos a orar como dijo el salmista \”Enséñame tu camino y guíame…\”
Deja que Dios te muestre sus propósitos, acércate más a ÉL, lee su palabra, rodete de gente que te motive a conocer más a Dios.
Que tengas un excelente día, lleno del Amor de Dios y recuerda que ÉL nunca de abandonará.