Un día tenia que ir a una reunión y andaba con unos tacones altos muy elegantes, en ese tiempo no tenía carro y me fui en bus. Cuando llegué a la parada tenía que caminar un gran trayecto y en el camino mis zapatos altos se dañan y había mucha gente cerca.

Yo estaba aterrada, ahora que iba hacer, aún me faltaba mucho por llegar, entonces en mi mente oré a Dios y le dije: Señor Auxilio, que hago. Al instante el espíritu Santo habló a mí corazón y me dijo : entra a esa casa.

Yo no tenía ni idea quien vivía allí, pero con mucha pena arrastrando el zapato dije: Buenas tardes y me sale una profesora del colegio que me quería muchísimo y tiene un gran corazón.

Quedé impactada de ver como Dios me auxilio, mi profesora me abrazó muy contenta de verme después de varios años de salir del colegio y sin pensarlo se quitó las chancletas que tenía en sus pies para dármelas y que yo pudiera continuar.

Les cuento esta experiencia porque Dios está con nosotros a cada momento y si lo invocas te responde.

Dios es nuestro amparo y fortaleza,Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Salmos 46:1

Quién es tu amparo y fortaleza?
A quién le estas pidiendo auxilio?
La mano de Dios llega donde la mano de los hombres no puede llegar.

Dios quiere ser tu protector en cualquiera situación que estés atravesando, escucha su voz, quizás estás oyendo muchas voces, por eso no encuentras la salida.

Que tengas un hermoso día y que Dios sea tu pronto Auxilio.

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