Cuando somos niños decimos todas las cosas y se dice que un niño siempre dice la verdad porque en esta etapa somos tan genuinos, sinceros y decimos las cosas a nuestros padres, pero a medida que vamos creciendo los factores externos que vivimos nos hacen guardar muchas cosas y lo peor es acumularlas
David uno de los hombres que más amaba a Dios, sabía que decir la verdad en la presencia de Dios le daría grandes lecciones de vida.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Salmos 51:6
Una relación íntima con Dios, te hará comprender muchas acciones que hacemos que ni nosotros mismos nos entendemos, a veces no sabemos con quien hablar y pareciera que nadie nos entiende, pero cuando vamos a su presencia tal y como somos, él nos habla y nos muestra con su sabiduría que debemos enderezar y ordenar en nuestra vida a través de su palabra.
Esconde tu rostro de mis pecados,Y borra todas mis maldades.
Salmos 51:9
Quizás te ha pasado como a mi, no queremos orar porque sabemos que hicimos algo que a Dios le desagrado y nos sentimos mal, sucios, pero David no se alejaba, él corría a pedir perdón delante de su padre, decía la verdad, era transparente y pedía que borrará su maldad.
No olvides eso \”No hay maldad que a través de la Sangre de Jesucristo, Dios no pueda borrar\”.
No te quedes con ese pecado, ve a la presencia de Dios, quizás sean vicios, pasiones desordenadas, desobediencia a tus padres, rencor, odio, rebeldía, lujuria, tú sabes que es lo que esta haciendo que disminuya tu comunicación con Dios y te alejes, mientras que tu padre te espera con los brazos abiertos.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti,Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación,Y espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,Y los pecadores se convertirán a ti.
Salmos 51:10-13
Este texto se ha convertido en mi oración diaria, porque nuestro corazón se ensucia con tantas cosas, que es necesario, vital que Dios nos limpie, renueve nuestro espíritu pero que sea recto, que agrade a Dios en nuestra forma de vivir.
Que su espíritu Santo controle, dirija y nos guíe desde que nos levantamos hasta volver a casa.
Cuando vivimos guiados por el espíritu Santo, somos personas agradecidas por la salvación, por el perdón de nuestros pecados que sólo Su sangre preciosa puede limpiar y lavar nuestra conciencia de toda maldad.
La consecuencia será enseñarles a otros a ese Jesucristo que nos perdonó, nos ama, nos guía, es inevitable que una persona que ha tenido un encuentro en los íntimo con Dios no vaya y hable de él, porque en su interior está el espíritu Santo y la luz de Cristo empieza a alumbrar a otros y desbordar su amor a través de ti.
Que tengas un día Bendecido, Vuelve a la verdad en los íntimo.