Sabias que si una persona está muy ocupada, no siempre significa que su ocupación le sea productiva o que esté aprovechando su tiempo en algo que le beneficie.
Pablo le enseña a Timoteo cuáles deben ser sus prioridades.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
1 Timoteo 4:13
La palabra de Dios es nuestro manual diario, si vivimos alejados de nuestra guía, andaremos extraviados, sin rumbo, sin propósito y podemos caer en engaños.
Me gusta el orden que le dio a Timoteo:
1- Lectura
2-Exhortación
3-Enseñanza
Si no te gusta leer, pídele al Espíritu Santo que te ponga pasión por leer su Palabra, que sea tu principal enfoque de cada día, porque ella será tu guía en los momentos de tu vida y necesitas llenar tu corazón para enfrentar las situaciones que se presentan en tu vida.
Observa que ocuparnos en la palabra de Dios no es solamente para nuestro bienestar, sino que debemos compartir lo que Dios está haciendo en nuestras vidas a otros, Exhortando, animando, levantando a otros así como Dios lo ha hecho con nosotros.
Cuando llegas a un nivel de enseñar a otros la palabra de Dios has entendido todo, porque él Señor nos ha dejado una labor a todos, sin excepciones, fue \” Id y haced DISCÍPULOS\”
Cuando entendemos que fuimos llamados para reflejar a Cristo en todo lo que hagamos, se despertará en ti el poder de la enseñanza para que otros experimenten el amor de Dios y cumplamos la misión de ir por todo el mundo predicando el evangelio que un día nos rescató a nosotros de las tinieblas a la luz de Cristo.
Fíjate bien en que te estas ocupando más, analízate y pregúntate si realmente Dios está ocupando el primer lugar en tu vida, porque en lo que más piensas es en lo que te vas a convertir.
Ocúpate, pero ocúpate con propósito, el propósito de hacer la voluntad de Dios.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19-20
Sonríe más, Dios te bendiga.
