Hablando libremente con un alto funcionario familiarizado con la ley judía, Pablo comparte cómo conoció a Jesús y explica que, aunque puede haber ofendido a algunos de los judíos de Jerusalén, nunca infringió la ley.
Después de recibir finalmente la oportunidad de defender su caso ante el rey Agripa, Pablo opta por compartir la historia de su milagrosa conversión al cristianismo. ¿Por qué iba a hacerlo?
Jesús es el héroe de la historia de Pablo. Su vida se centra en el mensaje de la cruz, ofensivo para algunos e increíble para otros. A través de todo ello, Pablo se centra en Jesús y en la eternidad que Él ofrece en lugar de las consecuencias temporales de esta vida. Todo gira en torno a Jesús.
La actitud y el enfoque de Pablo se revelan con mayor claridad en Hechos 26:29: \”Sea en poco tiempo o en mucho, le pido a Dios en oración que tanto usted como todos los presentes en este lugar lleguen a ser como yo, excepto por estas cadenas.\”.
Pablo entiende que las pruebas ligeras y momentáneas alcanzan una gloria eterna que supera con creces cualquier dificultad que se le presente (2 Corintios 4:17). Por eso, dada esta oportunidad, Pablo compartió el Evangelio en lugar de suplicar por su vida.
https://youtu.be/faJRCPvlpR8?t=174
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