No te ha pasado que vas a la iglesia y sientes que toda la predicación era para ti, como si solo faltaba que mencionaran tu nombre.
Quizás vas caminando por la calle y te encuentras a alguien y te habla de la palabra de Dios y sientes que eran las palabras justas de Dios para ti. También me ha pasado que voy en un bus, leo un mensaje inscrito con un texto bíblico que entro a mi corazón y así cada uno sabe de que forma Dios habla a tu vida.
La verdad es que Dios habla de muchas maneras y debemos saber identificar su voz durante el día y prestar atención a su mensaje, porque podemos caer en una de las condiciones más terribles que le pueden pasar al hijo de Dios, endurecer su corazón.
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Hebreos 3:7-8
Dios nos habla a través de su Espíritu Santo, todos los días y quiero que sepas que HOY también quiere hablarte.
Este pasaje de Hebreos te aconsejo que lo leas completo hasta el capitulo 4, para no caer en la misma actitud del pueblo de Israel.
Endurecer su corazón le trajo como consecuencia que esa generación no entrará a la promesa de Dios para ellos. La murmuración se apoderó de sus vidas, perdiendo la fe en Dios.
Como puedo identificar si mi corazón esta duro? Que señales ocurren para llegar a ese estado tan terrible que nos separa del cumplimiento de la promesa de Dios.
Mencionaré algunas características que las he vivido en mi vida y oro para que no caigas allí.
1- Insensibilidad a la presencia de Dios
2- rechazo a la autoridad (padres, pastor, maestra, etc)
3- Desobediencia a la palabra de Dios
4- Rebeldia
5- Justificar el pecado
6- preocupación constante por las cosas del mundo (bienes materiales, relaciones, stress etc)
7- Poco interés en los asuntos espirituales como leer la biblia, orar, ir a la iglesia y adorar a Dios en lo secreto.
8- Evadir cualquier contacto con creyentes.
9- Incredulidad.
10- Vive quejándose y murmurando todo.
Un corazón duro pierde la suavidad, la ternura, no es blando y cae en incredulidad.
Examinemos nuestro corazón, si estas cayendo en esa condición ora, sé sincero delante de Dios, porque él es el más interesado en cambiarnos, transformar nuestras vidas para reflejar su imagen y vivir en sus caminos llenos de paz.
Nadie con el corazón endurecido es feliz, es como si cada día se hundiera en su propio lodo sin avanzar.
Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
Jeremías 24:7
No permitas que la dureza entre a tu corazón, si Dios te dio una palabra confía, aunque tus ojos aún no la vean, sigue creyendo, no murmures, piensa en todas las cosas poderosas que Dios ha hecho, acaso no es el mismo Dios? No tiene el poder para cambiar las cosas? No quites la mirada de él, ten paciencia, no te desesperes, saca esos pensamientos torcidos que te desvían de su promesa.
Que Dios te Bendiga, no te endurezcas.
