Cuando era una niña recuerdo que mi mamá nos decía a mis hermanos y a mi, vayan a bañarse y nosotros no queríamos. Entonces le preguntabamos: – Mamá para que nos vamos a bañar?
Vamos a salir a pasear, para donde vamos?
Entonces mi mamá decía, no tienen que bañarse porque vamos a salir a algún lado. Es importante bañarse porque sino andarán sucios y todos necesitamos bañarnos todos los días.

Creo que a veces los hijos de Dios actuamos de la misma manera, cuando no entendemos la importancia de mantener limpio nuestro corazón, sacar lo que nos daña diariamente y alejarnos de todo lo que nos trae impurezas, de personas, pensamientos o cosas que nos contaminan y nos van alejando de las bendiciones de Dios.

Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana MARAVILLAS entre vosotros.
Josué 3:5

Josue, en este pasaje le dice al pueblo de Israel, SANTIFIQUENSE, porque iban rumbo a conquistar la tierra que Dios les había prometido.
Muchas veces no alcanzamos las promesas de Dios, porque no estamos preparados, en nuestro corazón, aún hay muchas cosas que sanar, quizás son pensamientos negativos que aún no sacamos de la mente, pecados ocultos que nos alejan de la voluntad de Dios, falta de compromiso con la palabra de Dios o el tiempo a solas con Dios ha disminuido, hemos puesto otras cosas como prioridades olvidando lo que es vital en la vida del Cristiano.

Santificar: purificar, hacer santo, poner aparte para Dios, separarse de toda contaminación, de todo mal.

Los deseos de Dios para sus hijos siempre serán pensamientos de Bien, para darnos lo mejor, pero nosotros tenemos que ser sinceros delante de su presencia y si hay suciedad en el corazón reconocerlo (rencor, falta de perdón, rabia, fornicacion, adulterio, amargura, envidia, ingratitud, desobediencia a los padres, etc.)

según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos SANTOS y SIN MANCHAS delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
Efesios 1:4-5

La única manera de ser santos y tener nuestro corazón limpio es teniendo un relación Íntima con JESUCRISTO, porque él es quién nos hace santos a través de su sangre preciosa derramada en la Cruz, por amor a nosotros.
No es su voluntad que vivas manchado, acércate a él confiadamente para que el espíritu santo te guíe a la verdad, te abra el entendimiento y te muestre el camino correcto para que disfrutes de todo lo que Dios ha preparado para ti.

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Juan 10:10-11

Oigamos la voz de Dios, santifiquemonos porque grandes cosas nos esperan.
El señor le dijo al pueblo
\”mañana, haré maravillas\”
Quiero que también veas las maravillas de Dios en tu vida, en tu familia, seamos obediente a su palabra porque él nos ama.

Que tengas un hermoso día, báñate bien.

https://youtu.be/YxpKiKTl2CY

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