La vida está llena de desafíos y en esos momentos difíciles vamos a necesitar ayuda.
Quizás sientas que nadie te está apoyando en este momento con tú problema, sin embargo a veces Dios permite que nadie nos ayude para que podamos enfocarnos y poner la mirada en él.
Necesitamos depender más de Dios y menos de las personas, es importante recordar que aunque tú familia no te ayude, tienes a Dios que te ayudará siempre.
¡Todos los que temen al Señor, confíen en el Señor! Él es su ayudador y su escudo.
Salmos 115:11 NTV
Cuando confiamos en Dios estamos reconociendo que nuestra ayuda viene de él.
Confiar en Dios es impartirle calma al alma.
Si necesitas la ayuda de Dios, necesitas primero confiar en él.
Dios está dispuesto a ayudarnos, pero nosotros tenemos que estar dispuestos a confiar en él, en su tiempo y la manera cómo hará que las cosas sucedan.
No tengas miedo, Dios es tú escudo eso significa que él te protegerá hoy y siempre.
Puedes poner tus peticiones en su presencia con confianza porque él es tú padre y Te ama cómo nadie más te amara.
¿Lo crees ? Oramos juntos.
Padre, hoy decido confiar en ti, te entrego esta situación que me tiene afligido (mencionala) para que seas tú quién me ayude y me proteja.
Yo reconozco que eres mi ayuda y mi escudo, no tendré temor de nada ni de nadie porque tú me proteges.
Confío en que tus planes son mejores que los míos y que en tú tiempo traerás una solución a mi situación.
Gracias por amarme y por escuchar mi oración, en el nombre de Jesús, amén.
Comparte este mensaje con tus contactos y así podemos llevar el amor de Dios a otras personas.
Dios te bendiga grandemente.
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