Si hay algo que nos cuesta a todos, es estar contentos con lo que tenemos. Y no es cuestión de conformarnos, pero sí, de apreciar honestamente todo lo que tenemos. Porque si lo analizamos y vemos las experiencias de tantas otras personas en el mundo, tenemos demasiado. 

Es verdad. La mayoría de nosotros tenemos en casa cosas que no usamos. Tenemos más de dos pares de zapatos, tenemos agua corriente en todos los grifos de la casa y algo, al menos algo de comida en la despensa. ¿Estás tú contento con lo que tienes?

No es que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo.– Filipenses 4:11 (NTV)

Y es que la vida es una variable constante. Siempre ocurren cambios y debemos estar listos a adaptarnos. Aprendemos a simplificarnos. A no necesitar tantas cosas para estar contentos, para ser felices. Siendo agradecidos por cada cosa que tengamos es un buen paso a la felicidad. 

Necesitamos sentirnos agradecidos por ese hermoso amanecer que tenemos la oportunidad de ver. Por el amor de nuestra familia, por su salud. Agradecidos por las amistades y el poder contar con ellos. Agradecidos con Dios por cada una de sus bendiciones. Por saber de Él. 

¿Estás contento con lo que tienes en tu corazón?

Muchos se ocupan de mirar a diario lo que les falta por hacer y lo que no tienen. Está bien, si solo lo miras, para tratar de reponer lo que sea realmente necesario. Pero de la misma manera deberían mirar su espíritu, su corazón y analizar si lo que tienen en él es bueno y es suficiente. 

Creo que es mejor ser cada día una persona más amable, generosa, bondadosa y gentil. Necesitamos de eso en el mundo hoy. Crear un efecto dominó, contagiando la alegría que sentimos por cada minuto de vida, y por la certeza del amor de Dios. 

Si nos esforzamos en lograr eso, podremos atraer a muchos a querer saber de Jesús. Ellos sentirán la diferencia en nuestro trato y se nos hará mucho más fácil hacerles entender esa decisión que deben tomar. La de aceptar a Jesús en sus corazones; la mejor decisión de sus vidas.

Busquemos, por tanto, ser la mejor versión de nosotros 

No necesitamos ser impertinentes ni imprudentes. Eso los haría calificarnos de fanáticos. Pero, con la sabiduría que pedimos a diario a Dios, Él nos indicará las oportunidades en que debemos hablar de Él. Nos dejará saber a quién debemos traerle el tema de la Salvación. 

Y nunca olvides que no es tu logro. Es el Espíritu Santo, quien obra en ellos. Tú haces tu tarea, que es dejarles saber de Jesús y la esperanza de vida eterna que tenemos en Él. Del Padre amoroso y generoso que nos ama tanto que dio a Su Hijo Único para ser la paga por nuestras faltas. 

Por tanto, sé siempre agradecido y estate contento con lo que tienes porque no hay nada más importante que tener a Dios, al Creador de todo de nuestro lado. Él nos ama infinitamente y no debemos olvidarlo jamás. Cada día, al abrir los ojos, tus primeras palabras deben ser: «gracias Señor, por tanto», y muestra que estás contento con lo que tienes. 

Oración del día

Dios, vengo con humildad ante Ti, primero que todo a agradecerte por mi vida, por todo lo que me has dado. Te agradezco por mi familia y amistades. Te doy gracias por tu amor que es invaluable. Perdona si a veces me olvido de lo que tengo y pienso en lo que no. Tú me has dado tanto. Y Tú conoces mis necesidades reales. Confío en fe en Tu eterna provisión. Gracias por Tu amor y por tanto. En el nombre de Jesús, amén. 

www,viarescate.com

Author

Categories: Devocional

0 Comments

Leave a Reply

Avatar placeholder

Your email address will not be published. Required fields are marked *