Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico. Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud.
Lucas 19:1‭-‬3 NTV

Esta historia es muy conocida en el mundo, el famoso zaqueo que se sube al árbol, pero me encanta ver la actitud de Jesús.

Jesús no iba para Jerico, el iba para Jerusalén pero había alguien en Jerico que él sabía que era necesario pasar por allí y visitarlo.
Me encanta ver a un Jesús que hace pausas en medio del camino para buscar a los perdidos y nosotros deberíamos hacer lo mismo.

A veces la prisa, el apuro, el afán o la rutina no nos permite hacer pausas para ver detenidamente donde el Espíritu Santo nos quiere llevar, quizás alguien está esperando en el camino una palabra de aliento y fortaleza.

Zaqueo se entera que Jesús está en la ciudad y trata de verlo encima de un árbol pero él no sabía que Jesús tenía planeado algo más.

Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí. Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».
Lucas 19:4‭-‬5 NTV

¡ Wao ! Zaqueo solo tenía planeado ver a Jesús pasar, pero Jesús quería comer con él.

Jesús quiere una comunión más íntima con nosotros, no de lejos sino de cerca cara a cara.

Jesús se invito a la casa de Zaqueo y él lo recibió porque aceptó ir más allá de un árbol, decidió sentarse con el maestro.

Debemos tomar decisiones en nuestra vida que nos saquen de la lejanía con Dios.

¿Quieres que Jesús te visite ?

Tienes que dar el primer paso, bájate de ese árbol y camina hacia él.

Cristo nos busca cada día para acercarnos al padre y experimentar una nueva comunión con él.

Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.
Lucas 19:10 NTV

No importa quién tú seas, necesitas sentarte a la mesa con Jesús así cómo Zaqueo lo hizo.

Búscalo con todo tú corazón, él te está esperando, no dudes en caminar hacia él.

Dios te bendiga

Jesús quiere una comunión más íntima con nosotros, no de lejos sino de cerca cara a cara.

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