¿Durante la pandemia verdad que te preguntaste cómo sería la vida después de todo? ¿Te preocupa o preocupaba la situación economía? ¿Que la crisis lleguerá a tu casa y no encontraras la forma de proveer para tu familia? ¿Y ahora qué es lo que más te preocupa? Recuerda que Dios proveerá lo que haga falta.
La Biblia en Proverbios 23:7 dice; “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él…” es decir, que lo que llevamos en la mente nos define.
Si dejas que la preocupación domine tu mente, vivirás una vida sin paz.
Preocupación mundial
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas se refería de esta manera sobre la situación que atraveso el mundo y las consecuencias que enfrentaríamos:≪Debemos ver a los países no sólo unidos para vencer al virus, sino también para hacer frente a sus profundas consecuencias.≫
Sin duda alguna, una de consecuencias que nos dejo el COVID-19 sería la crisis económica a nivel mundial, empresas en quiebra y muchos despidos, y posiblemente esta fue o es tu preocupación.
Pero, hay buenas noticias para ti y para todos los que confían en la palabra de Dios. Él ha prometido suplir todo lo que realmente necesites y te haga falta.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4: 19 R V R 1960
Qué hacer para dejar de estar preocupado y recibir la provisión de Dios.
Lo que Dios pide para bendecirte en el trabajo, la economía y en las diferentes áreas de tu vida es que seas obediente a su palabra.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:7 R V R 1960
Pedid, buscad y llamad son acciones de continuidad. Es decir, que seas constante en la oración. Dios quiere que seas dependiente de Él, que cuando te falte algo, lo primero que hagas sea acercarte en oración y se lo hagas saber.
Él es todopoderoso y dueño de todo.
Dios es soberano y todopoderoso, no hay nada imposible ni difícil para Él. Ha prometido suplir nuestras necesidades y no abandonarnos. Por lo tanto, cuando tengas alguna necesidad acude a Él antes de correr a un familiar, amigo o un banco.
Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. Hageo 2:8 R V R 1960
No esperes con los brazos cruzados.
Muchos creen que para ser bendecidos por Dios sólo debemos orar y dejar que Él se encargue de todo. Definitivamente esta creencia no es verdad, porque después de hablar con Dios y hacerle saber tus necesidades es importante que la oración te lleve a la acción. Dios conoce tus necesidades, pero necesita que seas una persona diligente; es decir, una persona dispuesta a trabajar.
El que no se anima a trabajar, empobrece: el que trabaja duro, se enriquece.
Proverbios 10:4 P D T
Frase del día:
«Dios proveerá todas tus necesidades, y a medida que crezcas en la fe y la confianza, Él llenará tu corazón con el deseo de las cosas buenas de la vida». – Peggy Hoppes.
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