Fue un domingo que iba rumbo a la iglesia Casa de oración para todas las Naciones en mi carro y empecé a subir la biblia, mi bolsa y otros montón de cosas que llevamos las mujeres para todos lados jaja y puse mi cartera arriba del carro mientras buscaba una botella de agua.
Sin darme cuenta regresé al carro, me subí y me fui hacia la iglesia, sin tomar la cartera. Siempre tenía la costumbre de dejar el carro en un auto baño que está cerca a la iglesia para cuando se terminará el culto pasarlo a retirar, así que lo deje allí y cuando le voy a pagar al joven me percató que mi cartera no estaba.
Empecé a recordar cuando fue la última vez que la había visto y recordé que estaba en la parte de arriba del carro, eso significaba que se pudo haber caído en el camino hacia el auto año.
En ese momento mi corazón se alteró, porque estaba todo mi dinero, mis documentos personales y ya casi debía ir a la iglesia a ministrar en las alabanza del culto.
Recuerdo que le dije a Dios, tú sabes todas las cosas y mencioné este texto bíblico.
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Mateo 10:29
Y le dije Dios, tu sabes donde está mi cartera, yo te pido que nadie la vea, solo alguien honesto la encuentre y me la regrese en el nombre de Jesús.
Tenía 2 opciones irme a buscar la cartera o no ir a ministrar ese día al templo.
Yo con mis lágrimas en el rostro me fui al templo confiada que Dios haría el milagro y que me la devolverían.
Cuando se terminaron las alabanza mi padre me dijo que un taxista había encontrado mi cartera y había llamado a su teléfono para regresarmela.
Yo estaba tan feliz, no dejaba de darle las gracias a Dios por su bondad, por escuchar mi oración.
El taxista de dijo: los carros le pasaban por encima y nadie se detuvo a recojer la hasta que me hice a un lado y la tomé.
Quería compartirles este testimonio porque Nuestro Dios es un Dios de detalles y nada de lo que pase en tu vida está fuera de sus ojos, ni de su control. El sabe si estas triste, preocupado, angustiado, alegre y feliz. Cada cosa de tu vida le interesa.
Encomienda a Jehová tu camino,Y confía en él; y él hará.
Salmos 37:5
Pon en manos de Dios cada proyecto, cada anhelo, sueños, metas que hay en tu corazón, todo, absolutamente todo.
Att: Vianey Ramos