En una de estas noches una chica fue invitada por una amiga a cenar y conversar ya que ambas se sentían super cargadas de tantos problemas.
Decidieron ir a un restaurante para comprar una pizza, durante el camino empezaron a contarse todo lo que les había pasado durante los 2 años de pandemia que no se habían podido contar.
Al llegar al restaurante y hacer el pedido, de repente entra un pastor Anciano junto a su esposa, él no las reconoció pero ellas lo saludaron muy contentas y él se detuvo y las vio y muy amablemente les saludo con una gran sonrisa y jocosidad.
El hombre se despidió, dio unos 5 pasos y de repente se regresó y les dijo: – Quiero regalarles Deuteronomio 31:8.
Ellas se miraron entre las 2 y le dieron las gracias; se subieron al carro y buscaron el pasaje en la biblia con incertidumbre decía lo siguiente:
No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará».
Deuteronomio 31:8 NTV
Eso fue todo, un bálsamo entró a nuestros corazones, sabíamos que Dios nos estaba enviando un mensaje en medio de todas nuestras preocupaciones, él, estaba allí oyendo nuestras tristezas. Si, una de las chicas era yo por eso quiero que sepas que no hay una lágrima tuya que Dios no sepa, aún tus pensamientos más secretos.
De la misma manera, Dios sabe tú situación y te manda a decir que no estás solo, él no te abandonará.
Dios habla de muchas maneras, presta atención a su mensaje, en cualquier momento del día.
Dios te bendiga.
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