Te ha pasado que a veces oras y pareciera que Dios no te escucha, porque no pasa nada y la situación se pone cada vez más difícil y sentimos que ya no tenemos fuerzas para continuar.
He pasado momentos en mi vida, donde Dios no dice nada y a veces entramos en una desesperación porque no obtenemos respuesta.
Alguien dijo que cuando un maestro le pone la prueba a sus estudiantes está en silencio y desde ese momento entendí que Dios estaba viendo mi actitud frente a las circunstancias.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
Salmos 22:1-2
El salmista David también tuvo una experiencia donde sintió que estaba solo y Dios lo abandonó, porque quiero que sepas que nadie está excepto de problemas, cada uno en el mundo tiene alguna circunstancia que debe lidiar, sin embargo son esas temporadas las que nos forman.
Aunque sientas que oras y no está pasando nada, no dejes de orar, sé paciente, Dios te está escuchando pero en su momento te dará la respuesta y la salida.
No estás sólo, él tiene su mirada puesta en ti, sabe perfectamente cómo te sientes, pero toma la actitud correcta.
No preguntemos porque me pasa esto a mi?
Sino, que me quiere enseñar Dios en todo esto!
Dale gracias por todo, sigue leyendo su palabra, adora a Dios.
Mas tú, Jehová, no te alejes;Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
Salmos 22:19
El Señor es tu fortaleza, tu refugio, tu paz, tu consuelo, resiste.
Que Dios te bendiga grandemente y el Señor te fortalezca.
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