Para ser felices necesitamos sentirnos amados y valorados, necesitamos el amor de nuestros seres queridos. Sin embargo, el amor que recibamos de ellos es temporal, porque un día ya no estarán a nuestro lado y todo ese amor se acabará.

El único que permanece a nuestro lado cuando las personas no están, es Dios. Sin importar nuestra condición o situación, Él siempre estará a nuestro lado. Su amor no tiene fin ni límites, la Biblia dice:

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. – Romanos 8:38-39 (RVR 1960)

Por esa razón debemos buscar siempre ser llenos del amor de Dios, porque una vez que seamos llenos del Señor, entenderemos que nada ocurre sin que esté bajo su divino control. Ese amor que Él tiene por nosotros nos ayuda a conservar la paz y a seguir adelante.  

Lo que realmente necesitas para ser feliz es el amor de Dios.

Lo más importante en tu día a día debe ser recibir el amor de Dios, es lo que realmente necesitas para ser feliz. Sin ser amado por Dios, no puedes amarte a ti mismo ni amar a los que te rodean.

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. – 1 Corintios 13:1 (RVR 1960).

Dios quiere que te llenes de su amor para compartir con los que te nos rodean y para que hagas tus responsabilidades con excelencia. Recuerda, si no tienes amor eres como un metal que resuena.

Ser feliz es decisión de uno mismo

¿Quieres ser feliz? Busca a Dios y llénate de su amor. Si tienes a Dios lo tienes todo. Por lo tanto, empieza hoy mismo y ahí donde te encuentras busca a Dios y  recibe su amor.  

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.  El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.- 1 Juan 4:7-8 (RVR 1960)

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