Una pista de carreras profesional en la ciudad de Le Mans Francia en la que haces el circuito en menos de 4 minutos en la primera vuelta, pero para ganar debes repetir ese mismo circuito, la misma carrera durante 24 horas seguidas, es decir que no basta con hacer la primera vuelta a la perfección, debes intentar hacer una vuelta perfecta o intentar hacer tu mejor vuelta por 24 horas seguidas… Una y otra vez. Gana el equipo o auto que mas distancia recorre en 24 horas.
Es obvio que no en todas las vueltas llegarás en 1er lugar, ni todas las vueltas serán perfectas… Requiere de constancia, paciencia y resistir una carrera que casi nadie en el mundo se atreveria a hacer.
Dicha carrera es realizada en terrenos variados, donde constantemente hay lluvias y tormentas, y mientras 2 o 3 corredores se relevan, uno durmiendo lo que pueda, y el otro está tratando de mantenerse despierto, consciente y vivo, enfocado en la carrera, fatigado y con hambre.
Rectas de mas de 300 k/h y curvas que a altas velocidades es mas que importante decidir el momento justo para frenar y bajar la velocidad.
Un circuito que es mas de la mitad carretera rural para poner a prueba a los mejores motores, al mejor equipo y a los mejores conductores del mundo, tanto de dia como de noche, contra todas las condiciones de terreno como de clima.
Esto me recuerda a las muchas noches en las que nos reuniamos en mi iglesia, tanto de dia, como de noche, al igual que en las madrugadas para orar y mantener siempre bajo cobertura a nuestra ciudad y nuestra nación.
Personas se relevavan para mantener en oración las 24 horas sin descanso, tanto en casa como en la iglesia, tenian turnos para cuando estaban libres descansar y luego al dia siguiente volver a la linea de batalla para seguir en oración. Contra lluvia o tormentas, contra sueño u obligaciones, siempre expectantes de lo que Dios iba a hacer. Por 12 dias.
Nuestra vida espiritual es un circuito, nuestra oración nunca debe cesar.
En cada vuelta existirán curvas difíciles de lidear, pero también habrán rectas las cuales te ayudarán a subir la velocidad y avanzar. Alli es donde debes aprovechar.
Ser un buen corredor y un excelente conductor conlleva sacrificio y disciplina, saber tomar buenas decisiones y saber aprender del camino, que al haberlo pasado una y otra vez ya tienes idea de donde se encuentran los tropiezos, y en donde debes hacer los cambios de velocidad.
La biblia dice:
Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.
Hebreos 12:1-2 NTV
Yo recibí este año 2020 de una manera muy optimista, muy motivado y con ganas de demostrarle al mundo para que fuí creado. Lo sé, tú también.
No permitas que estas curvas te hagan resvalar. Recuerda que son 24 horas de circuito. Una y otra vez. No solo es una decisión, son la mejor decisión dia tras dia, la decisión de Seguir a Jesucristo, por encima de las circunstancias del camino, poniendo en El la fe; porque ir a Jesús es la meta.
Dios te bendiga.
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